En 1998 Alan Davis nos deleita con una
historia de tres partes dentro de la
línea Elseworlds de DC Comics sobre la Liga de la Justicia titulada El Clavo, haciendo referencia a un verso de George Herbert, en donde un hecho
irrelevante puede llegar a cambiar todo:
"Por la falta de un clavo fue que la
herradura se perdió.
Por la falta de una herradura fue que el
caballo se perdió.
Por la falta de un caballo fue que el
caballero se perdió.
Por la falta de un caballero fue que la
batalla se perdió.
Y así como la batalla, fue que un(a)
reino se perdió.
Y todo porque fue un clavo el que
faltó".
Davis se encarga del excelente dibujo
(anteriormente solo lo había conocido por algunos números dentro de Detective Comics en
los ochenta y la segunda tanda en Batman & los Outsiders) y del argumento centrándose en la premisa que
hubiera pasado si Kal El (Superman) no hubiera sido encontrado por el
matrimonio Kent y las posibles repercusiones que dicho suceso podría haber
ocasionado en esa realidad.
Por otra parte Lex Luthor ha llegado a
convertirse en Alcalde de Metropolis logrando ser reelegido y ha instaurado un
estado opresivo en donde gracias a una propaganda sensacionalista ha logrado
difundir el mensaje que los meta humanos son una amenaza para la gente común y
que quieren hacerse con el control de la humanidad.
Varios aspectos de la historia son muy
atractivos al leerse, por ejemplo: la
traición de Oliver Queen, anteriormente Flecha Verde acusando a los metahumanos
de invasores extraterrestres, Lois Lane como la portavoz de la Liga y Perry White como
portador de la propaganda sensacionalista de Luthor , la muerte de Robin y
Batichica a manos de Joker, asi como el protagonismo de Catwoman pasando a ser
la compañera de un Batman que se culpa por la muerte de sus pupilos.
Además desfilan la mayoría de los
caracteres habituales del Universo DC: Canario Negro es quien reune a los
Outsiders; la aparicion de la Doom PatrolLa Cosa
del Pantano: Alec Holland, Abigail y Matt Cable, entre otros.
La situación pasa a ser una catástrofe
global en donde los metahumanos son apresados y perseguidos en aras de la
libertad de la sociedad humana, un discurso que esconde a un enemigo encubierto
y que solo la inevitable aparición de Kal-El podra llegar a detener la paranoia
y lograr recuperar nuevamente la confianza de la gente en sus heroes.
Es una historia interesante y de calidad,
de lo poco bueno que he leído a la fecha relacionada a la Liga de la Justicia , dejando de lado
obviamente la divertida y espectacular etapa de Giffen, DeMatteis y Maguire en
los ochenta, sin embargo cae en la argumentación clásica de dicha década; la
persecución y clandestinidad de los metahumanos, lo cual ya se había explotado
anteriormente en Legends en la propia DC Comics o hasta la saturación en la línea
de los mutantes en Marvel.
La secuela “Otro Clavo”
Alan Davis en el 2004 decide escribir y
dibujar una secuela de El Clavo, titulándole sencillamente como "El Otro Clavo".
Sin embargo, aun cuando es una continuación de la historia (tras un año aprox)
el argumento tiene muy poco que ver con su antecesora.
La historia parte con un flash back de la
lucha entre los Nuevos Dioses, es decir entre los Mundos de Apokolips y Nuevo
Génesis este ultimo respaldado por los Guardianes del Universo y sus
patrulleros los Green Lantern Corps. En dicha batalla, mencionada en el
anterior “Clavo” perece Darkseid y parece ser el principio de una serie de
anormalidades que se reflejaran primeramente en la perdida paulatina de poder
de la Batería Central
de los Guardianes así como a diversas anomalías que están afectando a los
Héroes de la Tierra ,
incluido Superman.
Nuevamente vemos el desfile de caracteres
del Universo DC recorrer la historia con apariciones de la Legión de Superhéroes, la
casi totalidad de las creaciones de Jack Kirby en sus Nuevos Dioses, villanos
olvidados como Despero, Eclipso y El Sindicato del Crimen así como héroes que
no habían salido en la anterior historia: Zatanna, Power Girl, Firestorm, Halo,
entre otros.
Otro aspecto a rescatar es que Superman
ya lleva un año formando parte de la
Liga y podemos apreciar sus primeros pasos y su personalidad
muy distinta a la que conocemos y la situación de Batman que sigue afectado por
la pérdida de sus pupilos, lo cual no ha logrado superar y es atormentado
constantemente.
Distintamente a “El Clavo” en el cual la
crisis que afectaba a los héroes era de carácter terrestre en donde no
participaban personajes del espacio, ni de otros tiempos, ni de otras realidades
o planos dimensionales; este “Otro Clavo” tiene connotaciones mucho mas macros
en donde se nos revela una Crisis a nivel cósmico afectando la realidad, el
tiempo y el espacio. Por ende esta crisis se nos muestra por un lado menos
digerible y confusa, y por el otro lado nos damos cuenta que es más de lo mismo
que hemos venido leyendo ya por décadas. Davis termina perdiendo el mismo el
norte en lo que esta escribiendo dando un final necesario, pero a la vez
trillado, y muy poco acertado. Da la impresión que el creador quiso crear sus
propias “Crisis” para su línea de Elseworlds, para su propia interpretación de
los personajes del Universo DC, sin embargo, esta odisea cósmica le queda
grande, decayendo mucho en sus planteamientos, aun cuando apreciamos que los
dibujos son cada vez mejores. Y creo que en estos últimos esta su merito, el
crear sus propios eventos DC para el sello Elseworlds y la maestría que cada
vez esta obteniendo al dibujar infinidad de personas dándoles a cada uno gestos
y expresiones particulares.
Davis ya había ejercido de autor completo (guión y dibujo) antes de El Clavo, por ejemplo en su segunda época en Excálibur, de Marvel, con resultados absolutamente satisfactorios.
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ResponderEliminarestaremos atentos a buscar esa etapa de los mutantes
ResponderEliminarFalto mencionar el trabajo de Alan Davis con Alan Moore en el Captain Britain.
ResponderEliminarestimado en la reseña hago mención a lo que YO he leído de Alan Davis, no me gusta opinar de obras que no he leído y especular de sus resultados
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